martes, 5 de septiembre de 2017

Un Noche Como Cualquier Otra

La sangre de derramaba por mis manos, el dolor punzante y ardiente sobre la superficie de mi piel, el líquido se derramaba, caía y buscaba el infierno siendo parada por el piso, las garras infernales abrazando mi cuerpo, mientras las tinieblas mecían mi alma entre sus gélidos brazos, entre el calor de mí infierno y las frías tinieblas de lo desconocido, cae mi cuerpo en el blando colchón de mi  cama, y   la sangre son mis lágrimas, la tinieblas son mis sabanas.

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