martes, 24 de abril de 2018

Mi propio enemigo

Como se vive siendo tu propio enemigo, si la máscara de felicidad no funciona ante el espejo, como engañar al embaucador, robarle al ladrón y matar al asesino, como ocultarse secretos, guardarlos bajo llave en una caja fuerte oculta en medio del desierto, si sus manos serán las tuyas y su llave abre la cerradura, sus ojos serán tus ojos, su cuerpo es la misma carne, más su mente habita en mundos distintos, surreales, abstractos,¿ quién sabe?, tu y yo no somos el mismo, mas no somos distintos, respiras mi aire y sueñas mis sueños, sin embargo solo yo sueño despierto, mientras tu despiertas del sueño, no vives en un mundo de realidades, ni haces realidad tu propio mundo, vives en un mundo de bolsillo que creaste para aislarte, con un brújula sin norte y un mapa sin caminos, ni lagos ni montes, ni tierra, tu reloj no da la hora, ni tu espejo da un reflejo, eres vacío, sin pretensiones y casi sin aptitudes, desapareces cuando notas mi presencia, no, solo te ocultas, pero me miras de soslayo, te esconde tras la puerta y tiras de los hilos tratando de hacerme tu marioneta, pero no funciona, o quizás si, tal vez por eso es que te odio, porque a pesar de cuento crea ser más fuerte, siempre te impones, con tu mente en blanco, y tu corazón hueco, tu sangre es roja, la mía verde, azul amarilla, escarlata, y de colores que ni siquiera sé si existen, porque no puedo imaginarlos, solo imagino que puedo imaginarlos. Mis palabras se desvanecen a medida que te asomos, que tu presencia mínimamente se siente en el aire, parece que no tengo cabida en tu mundo imperfecto, pero mientras menos quepo en tu mundo, mas aparezco mas llamas sin quererlo, más me necesitas, o quizás mas te hago daño o puede que
eso sea lo que quieres, hacerte daño, soy tu verdugo o tu escapatoria, tu cárcel o tu libertad, tu vida o la causa de u muerte, de mantengo vivo, regocijándote en tus ganas de matarte, en medio de la tormenta buscas escapatoria adentrándote al mar, buscas felicidad en el fondo del mar o rozando los rayos del sol, en la plenitud de la lluvia, o esperando lo relámpagos, en el otoño de tus días, o la primavera de tu corazón, buscas si quiera felicidad, me buscas a mi o yo solamente te encuentro. Somos uno o somos distintos, seremos enemigos por siempre, no pretendes ni por un segundo, volvernos amigos, será que no tienes tiempo, o el tiempo no te tiene a ti, encarcelado por la vida que creaste y de la cual no quieres escapar, te miro a los ojos y te digo: mejor enemigo es tiempo de que decidas, vives para existir o existes para vivir.

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