Era cerca de la media
noche, cuando la luna se adueñaba del cielo nocturno y el silencio se hacía
presente en el ambiente. Y aquel vasto bosque situado en medio de la nada,
repleto de innumerables árboles cuya altura se extendía hasta donde alcanzaba
la vista. El silencio interrumpido, tan
solo por el aleteo de algunas aves nocturnas y los pasos tenues y displicentes de quien osaba
interrumpir la quietud del lugar, buscando desesperadamente una sensación de paz, tranquilidad que solo se
haya en mitad de la noche, en un lugar desconocido, pues es necesario perderse
para poder encontrarse, y transitar correctamente a través de laberinto de la
conciencia.
Aún me cuestiono si es
necesario o indispensable, conocer la identidad de aquel sujeto, tal vez solo baste
mencionar que es un hombre atormentado por las dudas y la incertidumbre, la
incertidumbre que acosa a cualquier hombre sensato que comprende su calidad
como ser humano y reconoce su ignorancia innata e irremediable. Tal vez no sea
un hombre, tal vez solo sea la idea de un hombre, la idea de alguien que es
acosado por preguntas, que llevan años sin ser respondidas y que se siente con
el deber de hacerlo, que es creo yo, como seriamos todos, si al igual que él,
nos adentráramos en mitad del bosque, a la media noche, sin el ruido de los
coches o la voces de las personas quienes piensan más lento de lo que hablan,
si intentáramos adentrarnos en nuestra mente y navegar por los mares de
nuestras ideas.
Al mirar a este hombre,
solo puedo distinguir una silueta, que deambula en un mundo de sombras, sin
rostro, sin nada que destaque más que su anhelo por destacar. En el fondo, si
miro demasiado tiempo acabo viéndome a mí mismo, si lo hago por una eternidad,
puedo ver a toda la humanidad.
Aquel hombre detiene su
desdeñoso caminar, y comienza a contemplar el ambiente, pero parece ver mucho
más que árboles y ramas, su mirada es mucho más profunda, penetrante y de
pronto abre su boca y el silencio se interrumpe por su voz abismal e
hipnotizante.
-No ves nada en mí que
destaque y sin embargo tanto acaparo tu atención que malgastas tú tiempo
escribiendo sobre mí.
No puedo comprender
aquellas palabras, en medio de soledad de la noche, no hay nadie que las
escuche, y de ser así, están no cobran sentido alguno.
-Mis palabras solo a ti
te pueden hacer sentido, si aquí no hay nadie más, nos es obvio que eres tú a
quien le estoy hablando.-replicó.
-No es posible que me
hables a mí, no eres más que un
personaje en mi narración. ¿Qué acaso no conoces tu papel en esta historia?, ¿cómo
osas derrumbar la estructura que tan arduamente había construido en mi cabeza?,
no eres más que un producto de mi mente, fruto de mis divagaciones.
-Crees ser capaz de
concebir una vida, de definir mis ideas, mis pensamientos, mi voluntad, alguien
que no es capaz de comprenderse a sí mismo, cree poder comprender la vida
humana tal nivel de emularla y recrearla. No soy más que una idea que parió tu
mente y se salió de control, soy la semilla que plantó tu imaginación, pero que
creció independiente a tu control y tu voluntad.
-No eres nada, una mera
invención de mi imaginación, yo te hice y te puedo deshacer a mi voluntad.
-Si pudieras ya lo
habrías hecho, no puedes controlarme, porque eres incapaz de controlarte a ti
mismo, soy solo un reflejo de tu incapacidad de controlar el fluir de tu propia
conciencia, tus pensamientos trascienden tu voluntad y te conviertes en esclavo
de tus ideas.
-Digas lo que digas
eres un ser inferior, un producto de una pequeña parte de mi mente, de mi mente ya limitada, de un ser incapaz de
comprenderse y de comprender la propia naturaleza humana.
-Soy una idea simple
que se extiende, que avanza, que se desarrolla, que crece durante una infinitud
de tiempo en el vacío de la conciencia, como una célula en una tierra infértil
que crece y se transforma en una eternidad que parece ser un instante.
-Ahora
dime ¿quién eres?, ¿en qué te convertiste?
-No me sorprende que no
pueda comprender, carezco de sentido lógico de orden o de coherencia, así como
tus pensamientos fluyen sin un patrón establecido ni un rumbo claro, yo fluyo
entre las páginas que escribes, nazco, vivo y muero en tus palabras, vago por
un mundo sin tiempo ni dimensiones, en un mundo sin construir. Soy un
fragmento, una pieza de un rompecabezas listo para ser armado y desarmado según
sea la voluntad del arquitecto. Para entenderme, debes comprender el límite tu
mente, el límite de la mente humana, soy la máxima aspiración de cualquier ser perteneciente
a nuestro mundo, soy una concepto convertido en una vida y una vida convertida
en un valor universal.
-Tal
vez seas todo lo que crees ser, mas no puedes negar tu naturaleza, no puedes
negar tu calidad como ente ficticio, no niego tu grandeza, sin embargo, debes
aceptar que todo lo que eres es producto de mi mente.
- No
entiendes que mi origen carece de sentido, mírate a ti, eres el producto de la
eventualidad, de un hecho aleatorio, no eres más que el fruto de una coincidencia, una casualidad y no una
causalidad. ¿Crees que eres más libre o más real que yo?, has crecido según las
condiciones de tu ambiente, te han definido , te has convertido en lo que
alguien más querían que fueras, eres una creación, numerosas manos te han
moldeado, eres producto de un sin número de ideas, de valores, de constructos
morales. Eres un ente ficticio, al igual que yo, la diferencia es que yo te
superé, dejé de lado tus deseos y asumí
mis propios pensamientos, me liberé de las garras de tu voraz apetito por control,
tus ganas de ser diferente, de ser importante, de ser poderoso, de ser el dueño
de tu mundo ,eres un hombre aspirando ser dios, pero mientras más control crees
tener, más te dominan tus ansias de poder, no eres nada más que un grano de
arena en el desierto, creyendo ser distinto, importante, trascendente, creyendo
ser capaz de crear su propio desierto. Buscas una escapatoria a tu mundo real en
mi mundo de ficción, pero lo que no sabes es que ni siquiera en este mundo tú
tienes el control, yo soy el dueño de este mundo. Yo soy el dueño de ti, de tu
conciencia, soy lo que aspiras a ser, soy
lo que le temes, soy todo lo que eres y lo que crees ser, no…. soy más
que eso, soy mucho más que eso, en realidad te felicito, pues lograste tu
cometido, lograste crear, aunque no como lo esperabas, algo mucho más grande de
lo que tú eres y de lo que puedes llegar a ser. Tarde o temprano comprenderás
el poder de una idea.
Esas fueron sus últimas palabras, o al menos
las ultimas que pude oír, pues todo se difuminó entre las tinieblas, abrumado
por las consecuencias de mi creación, mi siquiera sé si vale la pena llamarla así,
caí sucumbido ante la ficción que arremetió contra mí, pronto entendí que el
concepto de la realidad se deriva de lo que somos capaces de percibir, y que yo
mismo soy producto y traducción de una voluntad, pues como narrador no soy una
conciencia en si misma sino una voz, un ente creado con un propósito y sin el
derecho a una vida propia. Soy el portavoz de la conciencia enclaustrada de
alguien o algo que depositó parte de sí mismo en mi mundo, y al proveerme de
cierto control creí que él y yo éramos la misma persona. No tardé en darme
cuenta que cada idea que había creído crear y yo somos iguales, solo que antes no lo había visto, fui convencido de mi
calidad de real con el fin de servir como un peón, y alevosamente era
engatusado por una tentadora idea de ser libre. No obstante ahora
puedo ver todo con claridad, ahora soy libre en el mundo en el cual
habito, diseñado para mí y que puedo controlar a voluntad, tan solo a cambio de
asumir el hecho de que por perfecto que sea jamás será real, o más bien, será
real pero solo en lo que respecta a lo que puedo sentir, aunque al final puede
que sea lo único que importe.
Ahora y solo ahora, al comprender mi propia
naturaleza, puedo ver a mi creador a la cara, y decirle que no seré más esclavo
de sus deseos y ambiciones, y que tal vez no seré real, pero al menos, seré
libre. Y así es como residiré por
siempre y para siempre en estas páginas, esperando a que alguien abra la puerta
a mi mundo, sabiendo que jamás podré
escapar, pero que al mismo tiempo jamás podré morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario